Alternaria (Alternaria Nees)


Hortalizas que ataca:

 pimentón, cebolla, brócoli, espinaca, alfalfa, coliflor, tomate de mesa, repollo, lechuga, entre otras. Puede afectar los tejidos de tallos, hojas, semillas, flores, frutos y bulbos, según el caso en todas las edades y durante todo el ciclo de cultivo.


Síntomas 

La enfermedad se presenta generalmente formando lesiones foliares con anillos concéntricos de color purpura (figura 6 y 7), el patógeno ingresa al tejido a través de estomas (aberturas naturales de la planta), heridas o directamente por las células epidermales (Agrios, 2005). Estas manchas van creciendo y se van necrosando. De acuerdo con la especie y el órgano que ataque, presenta diferentes características; así, en algunas especies aparecen puntos necróticos que posteriormente se agrandan y desarrollan anillos concéntricos rodeados por un halo amarillo (lechuga). En bulbos se manifiesta cuando se aproxima a la madurez, dando lugar a una pudrición acuosa en el cuello de la planta, que penetra hasta el interior del bulbo. Este hongo puede sobrevivir por largos periodos de tiempo sobre los residuos de cosecha (Lardizabal, 2007).



Diseminación

 Algunas estructuras del hongo pueden sobrevivir en el suelo y en los desechos de plantas afectadas. Las conidias germinan bajo condiciones óptimas con temperaturas entre los 28 y 30°C, en presencia de alta humedad relativa. Son diseminados por las corrientes de aire, agua de lluvia, agua de riego, herramientas contaminadas, insectos, entre otras.

Manejo 

Entre las prácticas de manejo integrado que se pueden llevar a cabo para esta enfermedad están: • Utilizar semilla certificada.
 • Eliminar residuos de cosecha. 
• Realizar rotación de cultivos con especies que no sean susceptibles a esta enfermedad, esto con el fin de evitar que el patógeno no encuentre un hospedero permanente. 
• Durante la época de lluvias se debe intensificar el monitoreo para determinar la presencia de la enfermedad en el cultivo. 
• Realizar riegos de acuerdo a los requerimientos del cultivo y evitar el riego en las horas de mayor radiación solar. 
• De acuerdo a la dinámica de la enfermedad, recurrir al control con productos químicos, rotando los productos según el modo de acción y respetar los períodos de carencia.

FUENTE: ICA

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