MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS DEL CULTIVO DEL PLÁTANO - Picudo negro Cosmopolites sordidus

MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS DEL CULTIVO DEL PLÁTANO


El cultivo del plátano (Musa AAB) tiene especial importancia en la economía colombiana,

ya que ocupa un área cercana a las 400.000 ha. El volumen de producción anual se estima

en 3 millones de toneladas, de las cuales 762.000 son producidas en la zona cafetera, que

corresponde al 32% de la producción nacional. Geográficamente se localiza en los

departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, Norte del Valle del Cauca y Norte del

Tolima, siendo la principal variedad cultivada el Dominico Hartón. En esta zona el plátano

es un cultivo de gran importancia socioeconómica por su consumo de 8 kg/persona/año,

uno de los más altos del mundo, por la generación de empleo de 136.000 jornales/año y por

el alto valor de la producción, superior a 200.000 millones de pesos.

En Colombia, el cultivo del plátano se encuentra afectado por un gran número de plagas

que atacan las diferentes partes de la planta; como consecuencia de su daño se disminuyen

los rendimientos por hectárea y la calidad en su producción. Esta situación es aún más

grave en cultivos donde el agricultor no realiza las labores agronómicas necesarias, ni

maneja en forma integrada las plagas, haciendo uso indiscriminado de los insecticidas de

síntesis.

Por lo anterior se hace necesario conocer los aspectos relacionados son los hábitos de la

plaga y las técnicas sobre manejo integrado, buscando reducir las poblaciones a niveles que

no causen daño económico pero preservando y protegiendo los agentes naturales de control

y permitiendo la conservación del medio ambiente.

PLAGAS DEL CORMO


Picudo negro (Cosmopolites sordidus Germar) , (Coleoptera:Curculionidae)


Es considerado como la plaga más importante del plátano y banano en la mayoría de los

países tropicales y subtropicales. Este insecto cuyas larvas cavan galerías a través de los

rizomas, ocasionan gran reducción en los rendimientos, bien sea por disminución del

tamaño y número de racimos o por reducción del número de plantas por unidad de

superficie; igualmente las perforaciones ocasionadas por la plaga son aprovechadas por

otros insectos como puerta de entrada, o por microorganismos patógenos. Se encuentra en

todas las áreas productivas localizadas por debajo de los 1.600 metros de altitud.

La demanda del mercado por productos de la mejor calidad y apariencia externa junto con

las restricciones estrictas de los países importadores sobre el uso de plaguicidas, ha

aumentado la importancia de la investigación sobre el manejo ecológico de esta especie,

evitando en lo posible el uso de los productos químicos.

En las plantas afectadas por picudo negro hay disminución del desarrollo vegetativo,

amarillamiento de hojas, tendencia al desenraizamiento, y volcamiento de los seudotallos,

formación de colinos orejones o de bandera, muerte de plantas jóvenes y reducción en el

rendimiento por disminución en el número, tamaño y peso de los racimos producidos. Los

ataques más severos se producen en plantaciones viejas, debilitadas por sequías, falta de

nutrición y donde no se realizan labores culturales tendientes a eliminar residuos de

cosecha, principal medio de multiplicación y albergue de la plaga.


Descripción del insecto


Adultos: Tienen una longitud de cerca de 11 mm y un ancho de 4 mm en la base de los

élitros. Su color es negro uniforme, con élitros estriados en forma longitudinal y no

brillantes. El cuerpo es fuertemente esclerotizado, la cabeza es pequeña y esférica; la

probosis está separada de ésta por una constricción, ampliada en su tercio basal y algo

curva; el protórax es muy largo, moderadamente punteado, constreñido cerca del ápice.

Los machos son de menor tamaño que las hembras, pero pueden diferenciarse sobre todo

porque en ellos la margen ventral del último segmento (visto de lado) está más doblado

que en las hembras.

Son de movimientos lentos, de hábitos nocturnos, permaneciendo ocultos entre las vainas

de las hojas, en los brotes, u otras partes de la planta durante el día. Parecen preferir sitios

húmedos dentro de ésta; el ambiente seco los perturba. Se encuentran generalmente en los

rizomas de las plantas musáceas, donde permanecen por largo tiempo. Son notablemente

quimiotróficos, es decir, atraídos hacia exudaciones de savia y materiales vegetales

fermentados. El picudo negro se dispersa a través de la semilla transportada por el

hombre y no es muy afectado por las condiciones climáticas dado sus hábitos

subterráneos.

Huevos: 

Miden cerca de 2 mm de largo por 1 mm de ancho. Son alargados, ovales,

redondeados en un extremo y agudos en el otro; su superficie es lisa y el color blanco

cuando están recién puestos. La hembra inicia su postura 8 a 10 días después de la

emergencia de la pupa. Para ello, penetra al rizoma, donde selecciona un sitio, y prepara

con sus mandíbulas una pequeña cavidad. Luego gira sobre si misma y con la ayuda del

ovipositor introduce un huevo en el sitio escogido. Los huevos son depositados en forma

individual, pero cerca a la superficie del suelo; algunos son puestos libremente e las axilas

de hojas secas, cerca al tallo.

Larvas:

 Son vermiformes, del subtipo curculionoide y eucéfalas. La cabeza es de color

caoba, con mandíbulas fuertes y de color oscuro. Cuando han alcanzado su máximo

desarrollo miden 12 a 14 mm de largo por 5 mm en la parte más amplia; los segmentos

octavo y noveno son amplios, lo que les da la apariencia de estar un poco arqueadas. El

cuerpo tiene muchos pliegues y escasos pelos, y su color es blanquecino.

Luego de emerger de los huevos comienzan a comer y a cavar en varias direcciones

galerías irregulares que gradualmente aumentan de tamaño y terminan en una cavidad

cerca a la superficie exterior, donde empupan. El daño más importante es causado en este

estado; los hijuelos de la planta atacados en la forma indicada se marchitan, amarillean y

mueren rápidamente como resultado de la actividad de las larvas bajo el suelo, entre las

raíces laterales y el rizoma. En consecuencia, las plantas quedan débiles y se doblan con

facilidad.

Pupas: 

Son exaratas, de color blanco y alargadas. Miden cerca de 12 mm de largo.

Presentan un par de apéndices en el extremo posterior del noveno segmento abdominal.

Ciclo de vida


La duración de las diferentes etapas que constituyen el ciclo de vida del insecto puede

mostrar algunas diferencias según la planta hospedante, o sus partes, en que se alimentaron

la larva y el adulto, y según la influencia de los factores ambientales, primordialmente la

temperatura.

El tiempo de vida de los adultos es considerablemente largo, aun sin alimento pueden durar

14 semanas. En condiciones naturales pueden vivir 810 días y 748 días en laboratorio. La

hembra deposita, en promedio, 4,8 huevos por mes.

Los huevos tienen una duración de 5 a 7 días; las larvas pasan a través de cinco estados

larvales y su duración es de 15 a 20 días. Las pupas tienen una duración de 5 a 8 días.


Control biológico


Parasitoides: De larvas : Ceromasia sphenophori Vuill (Diptera:Tachinidae)

Depredadores: Plaesius javanus Er. (Coleoptera:Histeridae)

 De larvas-adultos: Sarcodexia innota (Wlk) (Diptera:Sarcophagidae)

Hololepta quadridentatum F (Coleoptera:Histeridae)

Belonochus spp (Coleoptera: Staphilinidae)

Metarhizium anisopliae

Entomopatógenos: Beauveria bassiana (Bals) Vuill. (Moniliales:Moniliacea)

Nemátodos entomoparásitos: Steinermema sp ; Heterorhabditis sp


Control cultural


Se deben realizar prácticas que alteren o modifiquen el hábitat requerido por el insecto

(penumbra-humedad). Posteriormente a la cosecha o después de daños causados por

vendavales, los seudotallos y rizomas deben ser picados y esparcidos para favorecer su

pronta deshidratación.

Se pueden utilizar trampas mediante diferentes arreglos de cepas frescos dispuestos

permanentemente a través de la plantación en número de 15 a 25/ha. En las trampas los

adultos migratorios pueden recogerse y destruirse regularmente en forma manual o ser

infectados mediante la adición de hongos entomopatógenos, o ser envenenados con el

empleo de insecticidas. Las trampas se deben renovar y repicar en lo posible cada dos

semanas, por ser este el período durante el cual son más efectivas.


Evaluación de la infestación


Antes de iniciar cualquier programa de control, se requiere estimar el grado de infestación.

La evaluación puede lograrse mediante el número de adultos recolectados en trampas, o

inspeccionando directamente el daño en los rizomas. Este último método es más ventajoso

que la captura de picudos en trampas debido a que no se ha establecido una relación directa

entre la población capturada y el grado de daño ocasionado en las plantas. Un punto de

partida para iniciar el programa de control, es cuando el coeficiente de infestación o

porcentaje de plantas con túneles o galerías es mayor al 10%. Para su determinación se

revisan 20 a 25 plantas/ha.


Semilla


Se debe emplear semilla sana proveniente de plantaciones libres de la plaga. En caso de que

sea difícil conseguir semilla completamente libre de la plaga, se recomienda extraer los

colinos para siembra de plantas vigorosas, aparentemente sanas; los cormos una vez

arreglados sin vestigios de galerías se deben sembrar el mismo día de la extracción o

conservar en sitios cerrados fuera del alcance de los insectos adultos. Bajo ningún motivo

debe dejarse durante varios días en las plantaciones semilla sin sembrar, pues puede atraer

hembras en épocas de posturas. Si lo anterior no es posible las pilas de semilla se deben

tratar con repelentes como la Creolina o Específico al 5%, mientras se generen nuevos

avances en las investigaciones. Para mayor seguridad lo mejor es utilizar plantas

micropropragadas in vitro.

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